¿Crees que estás preparada para ser una gran sacerdotisa? Asumir un función directiva en tu aquelarre es una gran responsabilidad. Pero también es divertido, emocionante y profundamente gratificante.
Si has estado dándole vueltas a la idea de fundar tu propio aquelarre, o te han pedido que dirijas uno ya existente, ten en cuenta las siguientes señales para ayudarte a decidir si estás realmente preparada.
(Y si estás interesado en construir una base sólida para el liderazgo del aquelarre, echa un vistazo al curso de Moody Moons, Certificación de Suma Sacerdotisa).
6 señales de que estás lista para ser una gran sacerdotisa.
Las siguientes son algunas pautas generales que le ayudarán a evaluar honestamente si está preparado para "dirigir la colmena".
No necesitas tener todos Pero si te faltan más de una o dos, es señal de que tienes mucho trabajo por hacer. Lanzarse al agua sin estar preparado no significa necesariamente que vaya a fracasar, pero tendrá que aprender a nadar con rapidez para evitar encontrarse con el agua al cuello.
#1 Tú eres la rueda, no el radio.
Cuando se trata de su círculo social, usted es la rueda, no el radio. Esto significa que no te limitas a asistir a eventos, actos o festivales, sino que participas activamente en su organización o facilitación.
Ser una gran sacerdotisa tiene que ver, entre otras muchas cosas, con las estructuras sociales y la inteligencia social.
Si nunca ha organizado un Sabbat o incluso un Fiesta de SamhainPracticar con este tipo de eventos te ayudará exponencialmente.
#2 No eres un maniático del control.
Eres capaz de "soltar y dejar hacer".
La línea entre organizado y maniático del control es muy bueno.
Pero si no eres capaz de soltar las riendas y dejar que otras personas se encarguen de tareas menores, nunca construirás una comunidad sólida. Ser líder consiste en conseguir que otras personas desarrollen sus puntos fuertes y sus capacidades, y eso tiene que incluir escucharlas e incluir sus ideas.
#3 Tienes un sólido conocimiento de los fundamentos de tu tradición.
Entiendes que aprender es un proceso que dura toda la vida, y tienes muchas cosas sobre las que quieres saber más.
Pero ya has superado los libros del tipo Brujería-101, hasta el punto de que te resultan aburridos y repetitivos.
Por ejemplo, si diriges un grupo de wiccanos, la gente esperará que conozcas la diferencia entre las fiestas de cuartos y las de cruces de cuartos, y que tengas conocimientos básicos de herboristería metafísica.
Si no domina el vocabulario de la magia moderna, considere la posibilidad de hacer un curso intensivo de Brujería 101 para asegurarte de que eres sólido.
#4 Conoce las leyes que rigen al clero en su jurisdicción.
¿Sabe cómo realizar una handfasting que dé lugar a un matrimonio legal?
Como clérigo, ¿es usted un informador obligatorio? ¿Sabe qué es un informador obligatorio? ¿lo es?
¿Cuáles son sus responsabilidades legales como clero? ¿Cómo de preparado estás para cumplirlas meticulosamente?
#5 La gente te quiere y confía en ti.
Es muy difícil autoevaluarse. Todos queremos creer que somos queridos y aceptados.
También está bien reconocer que, debido a problemas de salud mental, limitaciones sociales u otras dificultades, no estás donde tienes que estar para liderar a los demás. Eso no significa que nunca lo consigas.
Pero pregúntate a ti mismo, sinceramente: ¿Estoy a menudo involucrado en muchos dramas? ¿Me cuesta resistir la tentación de cotillear? ¿Me he peleado con más de un amigo en el último año?
Admitir que no estás necesariamente estable socialmente en este momento no es lo mismo que admitir que todo es culpa tuya.
Pero reconocerlo y esperar hasta que son en un buen lugar te ahorrará muchos disgustos.
#6 Haces las cosas como son.
Una buena suma sacerdotisa es un ejemplo de los valores que profesa.
Por supuesto, esos valores varían mucho en función de la tradición.
Pero si, por ejemplo, promueves una tradición basada en la naturaleza y no intentas activamente (de la forma que sea) proteger el medio ambiente, alguien acabará llamándote la atención por ello.
O, si quieres cultivar relaciones positivas entre mujeres, pero siempre estás celosa de otras mujeres de éxito, eso se notará por mucho que intentes ocultarlo.
Para estar verdaderamente preparada para ser una gran sacerdotisa, tienes que ser el cambio que quieres ver en el mundo.
